miércoles, 17 de abril de 2013

¿CAFE CON LECHE PARA TODOS?


En el asunto de los contenedores marítimos, como en tantas otras cosas, generalizar puede conducir a fracasar.

La solución al problema de seguridad que originan los contenedores marítimos, que por la causa que sea han caído al mar, no está en implementar una única norma o solución. El punto final al que se debe llegar está claro: no más contenedores flotando a la deriva. Pero las medidas a tomar son muy diversas.


Lo primero -y este es el punto en el que más habría que incidir- sería evitar que los contenedores puedan caer al mar. Ya sé que los sistemas de anclaje son sólidos, que los operarios que manipulan, apilan y sujetan los contenedores sobre las cubiertas están formados y saben lo que hacen; ya sé que siempre ponen los contenedores más pesados en las partes inferiores y los menos pesados en las partes superiores...

¿O me equivoco?




No puede ser que tantos contenedores acaben cada año en los océanos. Algo se está haciendo mal. Hace falta más control. Hace falta más cualificación en los operarios. Hay que revisar los límites de apilamiento de contenedores. Hay que revisar la seguridad real de los anclajes.

Y todo eso hay que revisarlo para que resistan olas de 15 metros de altura.

Seguro que algo más se puede hacer en materia preventiva.  

En segundo lugar, hay que tener en cuenta que son muchos y variados los tipos de contenedores que transportan los barcos. Y sobre todo, es muy variada la naturaleza de la mercancía que transportan.

Desde el punto de vista que nos interesa, los contenedores, así como las mercancías o cargas que se transportan se podrían dividir de dos maneras diferentes:

- División desde el punto de vista de la flotabilidad.

- División desde el punto de vista de la peligrosidad para el medio ambiente de la carga.

La división desde el punto de vista de la flotabilidad viene a cuento porque un contenedor cargado de corcho jamás llegará a hundirse. A no ser que deje estar cargado de corcho... 

Según esta perspectiva convendría dividir los contenedores en dos tipos:

Contenedores AFS (Auto Flooding = Sinking)
En pocas palabras: estos serían los contenedores que si llegan a inundarse totalmente, son capaces de hundirse. 


Contenedores AFF (Auto Flooding = Floating)
Estos serían los contenedores que aunque lleguen a inundarse totalmente, seguirían flotando sin hundirse totalmente. 


La división según el punto de vista de la peligrosidad para el medio ambiente nos clasificaría los contenedores en dos tipos:

Contenedores EPIRB
Los contenedores que pueden causar un grave daño al medio ambiente, deberían estar todos bajo el sistema GMDSS que llevan todos los grandes barcos, de modo que si caen al mar se activara la baliza EPIRB que identifica la posición exacta del contenedor así como sus características y carga que transporta. Habría que establecer también la obligatoriedad de proceder a su rescate.


Contenedores no-EPIRB
Lógicamente serían todos los contenedores que no llevan baliza de posicionamiento.



Una vez clasificados los contenedores, ya podemos ponernos a plantear soluciones.

Soluciones diferentes para contenedores diferentes.

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